Podemos afirmar sin lugar a dudas que el cerebro humano es el órgano biológico más extraordinario y complejo del universo conocido: un kilogramo y medio de tejido blando que, en su madurez, supera a todos los seres vivos, e incluso al más avanzado ordenador; con su capacidad extraordinaria para la resolución de problemas, la innovación y la imaginación. Así es que sorprende que el concepto de salud del cerebro no haya surgido hasta hace poco.
De hecho, si consideramos fundamental la salud y el cuidado de nuestro cuerpo, entonces el cerebro debería ser puesto a punto y tratado como la “sala de máquinas” del organismo, ya que genera todos nuestros pensamientos, sentimientos y movimientos. De hecho, es fundamental para el conjunto de nuestra experiencia consciente, es decir, de nuestra participación en la vida.
Las enfermedades cerebrales como el Alzheimer y otras formas de demencia demuestran lo devastador que puede llegar a ser en una persona cuando el cerebro degenera, arrastrando la mente y sus muchas capacidades maravillosas en el proceso. Las buenas noticias son que aumentar la reserva cognitiva (la capacidad del cerebro de conservar conocimientos, actividad intelectual y cognitiva a lo largo del tiempo) puede prevenir o retrasar la aparición de enfermedades degenerativas en el cerebro; y que muchas de las opciones de estilo de vida que son saludables para el cuerpo también lo son para el cerebro.
Claramente, es hora de que nos enfoquemos más en mejorar la calidad y la cantidad de nuestros hábitos saludables de forma que también mantengamos un cerebro sano y alerta a lo largo de toda la vida.
He aquí una infografía con algunas pautas, procedentes de las investigaciones actuales en Neuropsicología, que apoyan los factores beneficiosos de un estilo de vida saludable y consciente como pilares para la salud del cerebro.